Tiré una piedra al mar y me rebotó
directa hacia mi mejilla, la piedra voló suave y solitaria
tranquila y serena, rara y peligrosa
entró hundiéndose hasta lo más profundo del océano para volver hacia mí
fue demasiado tarde cuando abrí los brazos para un abrazo
tú... suave y serena... como el cielo que me cubre
cortaste mi carne rosada
para llevarme queriendo hacia donde no quiero.
He estado buscando fotos en las que salimos
después de aquello,
y solo sales tu...
ya solo sales tu.
ahora estoy más seguro que nunca... de que no hay nada en el mundo que ya no sepa
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