viernes, 24 de diciembre de 2010

Y MIL MILLONES DE OSTIAS MÁS




- Deme ese. -

Era un anillo de plata de primera calidad. Costaba su dinero pero yo lo tenía claro. Quería regalarle el más caro de todos y bueno... también el más bello.

- ¿EStás seguro? - Preguntó mi hermana.
- Hombre si es algo serio pues mira. Pero si.... ¿cuánto tiempo lleváis juntos? - Me preguntó la dependienta del Corte inglés.

La miré cegato perdido por el amor. No era consciente de que esa chica me decía que no merecía la pena. Ella ya había pasado por varios fracasos amorosos. Yo no tenía ni idea de lo que iba a pasar.

No sé cómo lo hice que al final no lo compré. :-)

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