miércoles, 29 de septiembre de 2010

LA TAZA DE SWEDEN

Me tomó de la mano y caminamos juntos hasta la orilla más cercana. Era una noche de verano sin luna, y la primera capa de arena infecta cubría nuestros pies. Esta imagen de novios con las manitas y otros miembros hace, incluso hoy, que se me  desborde el corazón.
No me curó el miedo a la oscuridad con un solo paseo. Había algo antinatural en esa chica. Pero ¡si aún no ha cumplido los 30! Desde luego, ¿qué manera de comportarse es esa?

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