Vi a esa chica sentada en esa silla tan alta que no lo llegaban los pies al suelo,
su sonrisa me enseñaba blancos dientes y una armonía inusual,
cómo me gustaba su pelo, liso, liso y brillante,
su giro de cuello lo hizo a cámara lenta la primera vez que posó sus ojos sobre los míos,
entonces yo agaché mi cabeza por miedo a ruborizarme aún más,
ella volvió como si nada, estaba acostumbrada,
pero poco a poco el destino nos fue uniendo esa noche,
ella conocía a un íntimo enemigo mío,
me llamo jose y tú?
volvió a sonreír
y cuando ya me tenía atrapado me di cuenta que su conservación estaba tan dentro de mí,
como un chicle de fresa lo está en la boca de la adolescente.
su comportamiento me llevaba poco a poco a conocerla,
la gente cree que vengo de un país lejano, que escucho música de raros,
pero no es así. Ella estaba completamente loca.
es una lástima que una chica tan bella fuera tan tan tan
La noche terminó como empezó.